LECTORES EN EL ARTE

Lectores en el arte 
La nueva sección en el blog que tendrá cabida todos los sábados, colabora en ella Luz Rascado del Prado,licenciada en historia del Arte y que sabe escribir y hablar sobre arte, todo una maravilla de profesional.
El arte, al igual que la literatura, es sin duda una de las manifestaciones más fidedignas de la historia. Cuando todavía no existía la fotografía como documento gráfico eran los lienzos los que transmitían las más diversas historias (tanto reales como míticas, grandilocuentes o cotidianasa una sociedad agradecida que se deleitaba con su contemplación.
El arte también ha sabido reflejar con gran carga emocional los diversos acontecimientos acaecidos a lo largo de los siglos. En concreto en el ámbito pictórico, cada pintor muestra en sus cuadros una visión totalmente subjetiva de un hecho o acontecimiento determinado a través de la materia (de elementos como el color o la pincelada) del mismo modo que un escritor lo plasma en un libro a través de las palabras o las figuras literarias.
¿Y si ese hecho concreto es el hábito de la lectura?; ¿Cómo ha sido plasmado este hábito a lo largo de la historia del arte?... os invito a contestar esta pregunta disfrutando de algunas de las más grandes obras maestras de la pintura en esta nueva sección del blog: Lectores en el arte.
        

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Una lectora solitaria de sombrero negro al igual que su ropa, absorta leyendo, reposa tranquilamente en el asiento de un tren, en sus labios se dibuja una leve sonrisa y ella que lee?
Hopper reflejó a la perfección el tiempo y el ánimo que le tocaron vivir. Como en los relatos de Raymond Carver, ésos sobre soledades y cosas por decir pero con unas increíbles tensiones subterráneas, invisibles, los personajes y las ciudades de Hopper son retratos de fracasos cotidianos, momentos aparentemente inútiles pero finalmente reveladores.


Renoir, el gran pintor de figuras dentro del grupo de los llamados impresionistas,pintó en 1875 esta delicada escena cotidiana que hoy podemos contemplar en el Musée d´Orsay (París). Mujer leyendo, es un amable retrato en el que resalta la pincelada larga y jugosa utilizada por el maestro. Los tonos rosados y luminosos en contraste con los sinuosos labios rojos de la figura nos remiten a su formación como pintor de porcelanas, pero es la luz tomada del natural la que proyecta sombras coloreadas y aporta increíbles efectos atmosféricos a este cuadro. Una escena plácida, íntima y agradable que refleja perfectamente lo que realmente es el placer de la lectura.

LECTORES EN EL ARTE 
Expresiones entre la poética y la estética.
Viajemos hoy la Alemania prusiana de principios de siglo XX donde la obra pictórica de un artista como E. Munch hacía estragos en la sociedad germana y sin embargo, en 1905, un grupo de jóvenes pintores (de cuyos nombres no puedo olvidarme: Kirchner, Heckel y Schmidt-Rottluf) deciden forman un grupo de trabajo en la ciudad de Dresde para combatir la rancia estética academicista y las corrientes visualistas del Impresionismo. Así nacía el primer grupo de pintores del Expresionismo alemán conocidos como “Die Brücke” (El puente) y se gestaba un tipo de pintura expresiva de emociones, de instintos puros elementales, más allá de los principios estéticos y el orden moral…
Contemplemos hoy un cuadro expresionista, claramente opuesto desde el punto de vista plástico a la “”Mujer leyendo de Renoir con la que nos deleitábamos el pasado sábado, y sin embargo similares en temática y título.Aunque quizás ésta no sea tan anónima como su predecesora.

 La “Mujer leyendo” que pintó Schmidt-Rottluf en1913tiene nombre propio: Else Lasker Schüler, conocidapoetisa del expresionismo literario berlinés que estuvoíntimamente ligada al círculo de la vanguardia artística del momento.
Cualquier expresión nos indica claramente un movimiento que procede del interior (sujeto/conciencia) al exterior (objeto/realidad), contrario totalmente al movimiento inverso que se produce con las impresiones (de fuera hacia adentro). Esta idea del hombre como creador y punto de partida de cualquier movimiento evidencia también la influencia y el conocimiento por parte de los pintores expresionistas de la filosofía de  Nietzsche, que está presente a través de la exaltación del sujeto y la fetichización del ego.
Desde el punto de vista del lenguaje plástico la imagen es simple, la figura esquemática y el abordaje del lienzo agresivo. Las formas puntiagudas, la angulosidad de líneasy la composición formada por grandes planos cortados por diagonales que se entrecruzan y yuxtaponen nos muestra la influencia del conocimiento del trabajo de la talla en madera: clara referencia al arte gótico, a la admiración que los expresionistas tenían hacia el “arte negro o africano” tan en boga en la Europa de ese momento y, por supuesto a los grabados de Durero. Todo ello le confiere una “rudeza primitiva” al lienzo que se ve incrementada con el desasosiego que produce el espacio en el que se encuentra la retratada, un espacio de formas puntiagudas y achatada profundidad que se vuelve inhabitable y que demuestra formalmente la influencia del Cubismo.
La extraña utilización del color, la desarmonía en las relaciones del mismo (azul cobalto, rojo…) y las extrañas combinaciones cromáticas utilizadas, también aportan agresividad al lienzo.
Un bello lienzo lleno en aquel momento de “feísmo académico” y que al citarlo en una revista alemana, la propia retratada realizó una perfecta descripción expresiva y poética: “no capté la mandrilidad hasta bajar del todo a la fría calle de Fridernau”, como se tratara de un mandril enjaulado u otro animal bajo la carpa de un circo expuesto sin remedio a la atenta mirada de una sociedad anclada en la tradición y la moral más inexpresiva.
Luz Mª Rascado del Prado.


Un sábado más con nuestra sección Lectores en el arte por Luz Rascado del Prado.
Hoy, quiero hacer un pequeño homenaje a todos los hombres y mujeres que, al igual que María,luchan diariamente por sus sueños.
"Mary reading" es un cuadro de corte impresionista pero con una buena dosis de realismo. Un bello lienzo pintado entre 1915 y 1916 por el purista norteamericano Edmund Charles Tarbell. En èl, se aprecia como el pintor interpreta la realidad emulando la pintura de interiores de Vermer, con un estilo neoimpresionista en el que destaca el tratamiento de la luz. Tarbell forma parte de un grupo de pintores americanos que en 1897 se separan de la pintura descriptiva muy popular en Estados Unidos en aquella época para desarrollar un estilo impresionista que interpreta la realidad donde todo queda en manos de la interpretación subjetiva del espectador.

Disfrutad de "sus lectores" unos cuadros que me encantan.







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